domingo, 13 de enero de 2008

Teoría del Sonido

¿Eres acaso mi conciencia?...

Solía escribir sobre la música,
las melodías que resuenan en mi cabeza rapada,
los llantos y los silencios alternos,
en las espiras del solitario laberinto...
letras vagas incapaces de reproducir melodías,
sonidos vacíos que manchaban el papel,
marchito y amarillo por las añoranzas.

Creo que ya no escuchas...

Te canté alguna vez mis sufrimientos,
los desperdiciaste...
La voz se extinguió perennemente entre los surcos,
se abrió la puerta a ningún lado,
los frutos cayeron del árbol,
exhibiendo su frescura entre la podredumbre
quedando para el disfrute de los pájaros.

Mi espíritu se lleno de musas y metáforas impías...

La corteza esta abierta y el libro sellado,
definitivamente nunca estuvimos de acuerdo,
ya no hay siquiera sonidos...
Soy el interprete de una sinfonía muda,
ningún verbo posee mi silencio,
ni la palabra manifiesta de la nada,
menos es ahora, diáfano el pensamiento...

30/04/05
Rafael D. García P.
Nocturnidae
Derechos Reservados.

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