Mis ojos sucumben ante la puerta,
la cuadriga esta inmóvil en su tope, los seis siempre firmes en silencio,
allí estuve mirando atrás, con una sonrisa gloriosa y frío en mis huesos
Volver,
¿Volver cuando?
Mi cabello se cae y ya no queda humo negro que respirar,
la tarde breve y el olor de las alcantarillas,
una perla es atravesada por una aguja para poner oídos en todas las paredes
Volver,
Volver allí contigo
La catedral que probablemente no conoceré,
está en sueños con la boca abierta, devorando todo y dejando nada,
la pintura en aerosol, las postales y los raros gritos de los niños
Volver,
En otra vida eterna,
Con una ardilla comiendo en mi mano, de cola roja y cuerpo vibrante,
traída por espíritus blancos de alas doradas,
de donde ni tú ni yo recordamos haber estado
9122014
Nocturnidae
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