jueves, 13 de diciembre de 2007

Vox Angelicarum



Cuantas humillaciones, habéis soportado Ángeles hermosos...
Entre las feroces maquinas de nuestra entelequia,
admiro las estrellas, mas no su fútil gracia,
nuestros circuitos, las aberraciones de lo humano,
nuestras palabras, el balbuceo de los idiotas...

Cuando suben por las paredes, resbalan como lagartijas...
Sin sus alas de celofán traslucido, ni sus venas de nácar.
Admiro a las luciérnagas por su efímera belleza,
las lámparas bajo el agua, los cristales tornasoles,
nuestras palabras, la procesión de las vanidades.

Artificio divino, invento obsoleto...
Cuan noble es nuestra virtud creadora-destructora,
fiel reflejo de su triste encanto,
somos acaso aun los predilectos,
del hijo prodigo sepultado...

Rafael D. García P.
Nocturnidae

No hay comentarios: