martes, 4 de diciembre de 2007

Verde (editado)


Observo las verdes cumbres acariciando el firmamento,
sueño con el don de las aves y el encanto de las estrellas.
Percibo la esencia de la tierra suave y húmeda,
caminado descalzo a través de ella.
Cierro los ojos y escucho el sentir del bosque,
canto celestial, seducción de hadas doradas,
arrastradas por la fría neblina.

Despierto y me siento atraído por los rayos de luna,
Escapados a la noche para poder admirar el día.
Recuerdo el velo de estrellas intangibles,
demasiado altas para ser abrazadas,
iluminando el camino interior al bosque,
mas profundo de un corazón.

12 de diciembre de 1998

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