A ella... eternamente ella...
Eres una forma rara y única...
Terriblemente imperfecta,
de ojos dispares y lengua atroz,
nacida del plástico, la carne y el vidrio.
Te tomo en mi mano extendida,
para regocijarme con tus contorciones,
amándote con cada vuelta,
entre giros bruscos y violentos.
Vacilas con tus ojos inyectados...
De néctar y ópalos moribundos,
¿sabe acaso la abeja de mieles?
Cuando te observo entre los arcos.
Agitada sobre la tierra, te ahogas con desvarío...
Son tus alas trascendentales,
las que me halan y me seducen,
tu reptar profundo el que incita mi deseo.
Falena extraña, falena mía...
Déjame guardarte en mi caja,
atravesarte y encerrarte,
para verte siempre al frío de los cristales.
Rafael D. García P.
Nocturnidae
04/01/05
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